Diez cosas que tienes que hacer cuando visitas las pozas de Cataluña

Son ejemplos de ello la comunicación, como lo demuestran los laúdes en la ribera de Ebro, el desarrollo industrial, cómo lo demuestran las colonias textiles a orillas de los principales ríos, o también el abastecimiento de recursos y servicios a nuestra ciudadanía, como lo es el agua que la mayor parte de la población ve salir del grifo. Sin embargo, los ríos son ecosistemas que ofrecen muchos más que esto, puede que sea más difícil de detectar, pero no por ello menos importante. Un medio ambiente sano, un aire limpio, un refugio para la fauna y la flora, un instrumento para prevenir y gestionar las trombas de agua, ayudar a recargar acuíferos, mejorar la calidad del suelo o un espacio de mitigación de los efectos del cambio climático, son ejemplos de lo que llamamos servicios ecosistémicos.

Los ríos son un ecosistema muy rico en flora y fauna, contienen muchas plantas diferentes que necesitan el agua para vivir y al mismo tiempo muchos animales que en momentos de sequía necesitan refugio y un lugar donde poder beber. Pero son espacios muy frágiles, que quedan muy afectados si se hace sobre uso. Asimismo, son espacios difíciles de recuperar para que vuelvan a sus condiciones idóneas, así pues hay que preservar su estado y prestar mucha atención al regular sus usos y accesos para que nuestra acción como personas tenga el menor impacto posible.

Esto no significa en ningún caso que no podamos visitar más los ríos de Cataluña, pero es necesario poner ciertos límites para hacer compatible la conservación de estos espacios y sus servicios en la sociedad, evitando la masificación y los usos inadecuados para poder seguirlos disfrutando.

Por eso te proponemos 10 cosas que puedes hacer cuando visites las pozas de Cataluña, para que puedas disfrutarlas y conservarlas a la vez:

1. Visita estos espacios con moderación, son espacios muy bonitos, ya todos nos gusta visitarlos, pero también son muy delicados y demasiada gente puede afectar a su equilibrio.
2. Visítelo un tiempo limitado. Lo bonito de visitar la poza es desde el inicio de la excursión hasta volver a casa, los animales que viven agradecerán cierta tranquilidad.
3. Disfruta de la naturaleza, de sus sonidos, formas y texturas. Aprovecha para conocerla mejor. Por eso las radios, mesas, neveras, flotadores,… no son necesarios.
4. Muévete con prudencia, evitando estropear el terreno y abrir nuevos espacios y caminos. A veces, sin querer, puedes estar dañando una planta o afectando a los animales.
5. Trata de comer algo alejado del río, especialmente si está en una poza, el espacio necesita calma.
6. Si vas con mascotas, llévalas siempre atadas. Lo que para unos puede parecer un juego, para otros puede significar un impacto negativo.
7. No dejes desperdicios, y si encuentras a otra gente recógelos. Los desperdicios en estos espacios son difíciles de recoger porque a veces es difícil acceder a ellos.
8. Deja la naturaleza tal y como la has encontrado. Arrancar una flor o llevarte un animal puede parecer inocente, pero si lo hacen 200 personas al día, el espacio natural quedará afectado gravemente.
9. Si hay demasiada gente, no ir también una buena opción, tanto por tu bienestar como por el del ecosistema.
10. Cuando vuelvas a casa y cuentes a tu gente dónde has estado, hazlo transmitiéndoles también estas ideas, tu colaboración es clave para conservar estos espacios tan necesarios.

Si quieres colaborar con nosotros y ayudarnos en la conservación de la naturaleza ¡haz clic aquí!

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