La custodia fluvial pretende responsabilizar a los usuarios y propietarios vinculados a una zona húmeda, así como a las administraciones competentes, a fin de favorecer la conservación del espacio, la mejora de la biodiversidad y un mejor estado ecológico.

En el caso del río Brugent, las competencias eran difusas y las herramientas para gestionar el impacto ambiental eran escasas. Sin embargo, gracias a la acción del Ayuntamiento de las Planes de Hostoles, en colaboración con la Fundación Emys, en marzo de 2018 se inició un proceso de regulación de los usos y accesos al Espacio Natural Protegido.

El Ayuntamiento de Sant Feliu de Pallerols se sumó a la iniciativa en 2020 para conseguir una gestión integral de toda la cuenca del Brugent. El proceso ha culminado este año 2021 con la firma de un convenio con la Agencia Catalana del Agua por la custodia fluvial del río Brugen

En el Espacio Natural Protegido del Brugent habitan especies de alto interés natural, piezas clave en el ecosistema fluvial y el ecosistema del bosque de ribera. Algunas de ellas se encuentran en peligro de extinción, como la nutria (Lutra lutra), el barbo de montaña (Barbus meridionalis), la anguila europea (Anguilla anguilla) o el cangrejo de río de patas blancas (Austropotamobius pallipes).

Este proyecto de gestión busca mitigar los impactos generados por los humanos en estos espacios para preservar sus valores naturales. Los impactos más destacables son la sobrefrecuentación de las gargantas y la introducción de especies exóticas e invasoras como la falsa acacia (Robinia pseudoacacia) o la caña americana (Arundo donax).

La regulación del acceso al espacio natural se realiza mediante la venta de tickets. El número de personas que pueden acceder al espacio diariamente recibe el nombre de capacidad de carga. Este número se determina teniendo en cuenta factores ecológicos, económicos y sociales.

El dinero recaudado de la venta de tickets va íntegramente destinado a dos acciones. La primera, cubrir el coste de informadores ambientales y guardas rurales encargados de ofrecer información a los visitantes y hacer efectivas las regulaciones de acceso y la normativa de uso del Espacio Natural del Brugent. El otro destino del dinero recaudado es realizar acciones de mantenimiento, limpieza y conservación de este Espacio Natural Protegido.

Para conseguir que la gestión del espacio sea sostenible a nivel social, se llevan a cabo acciones de participación ciudadana. Estas acciones consisten en pedir la opinión y escuchar las propuestas de los vecinos y de otros agentes relacionados con el Espacio Natural del Brugent. En último término, se quiere mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona, que se han visto afectados por la afluencia masiva de los visitantes a las gargantas.

La buena marcha del proceso participativo con los vecinos y agentes de la zona y la bajada de la afluencia a las gargantas avalan el éxito de este tipo de gestión innovadora en Cataluña. Por otra parte, se quiere implicar en el proceso participativo a la ciudadanía que visita los espacios, para involucrarla en la conservación de estos espacios fluviales y promover buenas prácticas en las visitas de espacios naturales protegidos.